Índice de contenidos
ToggleLas nuevas herramientas deben responder a las necesidades reales del sector para una digitalización de las cocinas útil y óptima
La digitalización de las cocinas es el camino a seguir para optimizar los recursos, agilizar los procesos y garantizar la seguridad alimentaria. Pero para lograrlo, los sistemas implementados deben cumplir con unos requisitos. Estas necesidades las debe marca la propia restauración, no los proveedores de las herramientas. Solo el propio sector conoce su realidad y su contexto, los conocimientos de los profesionales y las ventajas que necesitan obtener de la implementación de nuevas soluciones digitales.
Del contacto con responsables de la restauración, tanto en cadenas restauradoras de mayor tamaño como en pequeños negocios, los comentarios se dirigen hacia:
- Que los sistemas sean fáciles de usar gracias su interfaz guiada.
- Que las herramientas digitales se adapten de forma sencilla a cada cocina.
- Que el uso de los nuevos sistemas no requiera de horas de formación.
- Que los sistemas se comuniquen entre ellos para evitar tareas repetitivas.
- Que la gestión sea centralizada desde la entrada de los productos hasta la salida.
A continuación, exploramos cada una de estas preocupaciones por separado, para ver cómo deben ser las nuevas herramientas digitales para darles respuesta de forma efectiva, y por qué son requisitos indispensables para el sector.
Interfaz intuitiva para facilitar el uso
Las tareas ya son suficientemente complejas en una cocina profesional debido al gran número de servicios a cubrir y pedidos entrantes de forma constante. Los sistemas digitales para gestionar procesos como el etiquetado de las caducidades secundarias o el control de temperaturas no deben suponer un dolor de cabeza más para los cocineros y cocineras.
¿Cómo se puede conseguir que sean una ayuda y no una traba más en la ya complicada actividad diaria? Mediante una interfaz intuitiva, que genere un entorno amigable para los profesionales. Además, de facilitar su uso, las herramientas que reúnen esta característica principal consiguen que se reduzca la resistencia al cambio e, incluso, que estos sistemas digitales no supongan en ningún caso un impedimento para los profesionales de edad más avanzada, por lo general menos adaptados a las nuevas tecnologías.
Adaptabilidad a cada cocina
Cada cocina es diferente, tanto por el equipo que hay detrás de ella como por las necesidades de servicio, la dimensión del negocio o la complejidad de la carta. De hecho, esto ocurre incluso en las cadenas restauradoras: pese a ser el mismo restaurante en apariencia, factores como el territorio, la cantidad de servicios que suele haber u otras variables pueden desencadenar en que las necesidades varíen.
La adaptabilidad de las herramientas digitales a los diferentes ambientes se convierte, por tanto, en un requisito indispensable. Una solución que funciona para una cocina puede no funcionar para otra, a no ser que el propio sistema incorpore las capacidades para personalizarse según las necesidades reales.
Facilidad de uso sin grandes formaciones
La alta rotación de los profesionales es una de las grandes luchas de la restauración. Ante personal que cambia de forma recurrente, con nuevos cocineros y cocineras que entran en las cocinas como constante (incluso algunos por primera vez), la digitalización debe contemplar sin lugar a dudas esta variable en las soluciones para el back-of-house.
Así, la facilidad de uso de los sistemas implementados se convierte en el tercer requisito del sector de la restauración. Un negocio de estas características, que necesita que los profesionales cojan el ritmo lo más rápido posible sin frenar los servicios, no puede permitirse largas horas de formación sobre las herramientas que se usan en las cocinas cada vez que cambian miembros del equipo, por mucho que sirvan para optimizar tareas y materia prima. Si las soluciones son intuitivas y su uso es muy guiado de forma visual, esta necesidad se cubre con éxito.
Conectividad entre sistemas
Para crear un equipo efectivo, los profesionales deben saber comunicarse entre ellos. Lo mismo ocurre con las herramientas digitales en cocina. En este caso, la conectividad es la característica que garantiza este mismo resultado de efectividad y competitividad.
Los sistemas implementados deben de ser capaces de conectarse con las plataformas de gestión y control de forma sencilla y por múltiples canales. Pero también deben poder comunicarse con otras plataformas y soluciones instalados en las cocinas, para obtener el máximo beneficio de la información recogida para la toma de decisiones y para agilizar las tareas.