10 años de digitalización de la cocina profesional

Digitalización de la cocina

La restauración no para, y sus necesidades tampoco. Alta rotación, tiempos muy rápidos de trabajo, presión por la gran cantidad de comensales en horas y días pico, seguimiento de las normas de seguridad alimentaria… Las inquietudes del sector son muchas y necesitan a su lado sistemas que resten preocupaciones y sumen en calidad. La tecnología que automatiza los procesos en cocina tiene mucho por aportar, de la mano de proveedores expertos que entiendan de primera mano las necesidades del sector.

La experiencia y gran capacidad de adaptación de la oferta de Labelfood a las necesidades del sector forman parte de nuestro ADN desde el nacimiento de la empresa. De hecho, nuestros expertos tuvieron que hacer uso de todas sus habilidades para conseguir una solución útil para las caducidades secundarias en la restauración.

Las primeras fechadoras, aún manuales

“Con las primeras fechadoras que había hace poco más de 10 años en las cocinas, los profesionales tenían que calcular la caducidad secundaria y giraban manualmente los sellos hasta lograr la fecha que necesitaban colocar en el alimento”, destaca Ernest Aixut, Director General de Soleti Group, sobre lo que encontraron en Horeca cuando comenzamos.

Estos procesos tan manuales con cálculos hechos por el responsable de la apertura del alimento o su manipulación podrían inducir a fallos, debido a la necesidad de hacerlo de forma rápida para no perder tiempo, pero acertada. Una acción que podía comprometer la seguridad alimentaria.

Diez años de evolución constante en impresoras para cocina

“Empezamos a buscar por todo el mundo una impresora autónoma que pudiera agilizar esta tarea, hasta que en Corea conseguimos una que podría funcionar”, añade Aixut. El problema: se tuvo que adaptar del coreano, aprender a programarla con la dificultad añadida del cambio de idioma, introducir los caracteres occidentales, automatizar las caducidades con códigos…

Con todo este esfuerzo pionero, en Labelfood se logró crear una impresora LCD sencilla para cocina. Fue un éxito que se instauró en grandes cadenas de la restauración que incluso la mantiene aún a día de hoy. “El contacto constante con el fabricante fue clave para poder aprender a generar un sistema que funcionara en nuestro país”, destaca.

Control y actualización de los equipos desde un único dispositivo

De esta primera impresora de caducidades secundarias a las soluciones que ofrecemos hoy desde Labelfood hay un paso de gigante. Actualmente, contamos en catálogo con opciones con tablet integrada y software que permiten etiquetar caducidades secundarias en segundos, con un cálculo totalmente automatizado desde base de datos y con información centralizada en la nube para obtener estadísticas de consumo. Además, los datos son accesibles en cualquier lugar y momento, una gran ventaja para las cadenas restauradoras en especial con múltiple locales a gestionar.

Otra de las principales ventajas de las soluciones actuales para caducidades secundarias es su fácil control y actualización. Gracias a su comunicación constante y la centralización de datos con el Web Mananger, es posible gestionar todos los equipos desde un único dispositivo, pese a que las diferentes impresoras estén repartidas en diferentes establecimientos y zonas del territorio. De este modo, se evita tener que actualizar los dispositivos uno por uno ante cualquier cambio de la base de datos u otras variables.

Más allá de las caducidades secundarias: la cocina digital está en camino

Nuestro ímpetu por agilizar los procesos en cocina y digitalizar el back-of-house no termina con esta innovación en etiquetado de caducidades secundarias. Para lograr la cocina digital, hay muchos más parámetros y variables a gestionar de forma autónoma y con centralización de datos. Por eso, nuestro camino ha seguido con la gestión integral de las temperaturas. Una acción que agrega prevención a las cocinas y contribuye a la seguridad alimentaria. Una red de sensores de temperatura, humedad, calidad ambiental, control energético, etc. conectados a un monitor-hub de centralización de datos nos permite lograrlo.

Pero aquí no queremos detenernos, y nuestros esfuerzos actuales se vuelcan en la reducción del desperdicio en Horeca. Un gasto innecesario de alimentos que se puede reducir tanto entre fogones como en el plato del comensal, mediante herramientas digitales de pesado y acciones para plantarle cara.

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